CIUDAD DE MÉXICO.- Las intensas lluvias provocadas por las tormentas tropicales Raymond y Priscilla dejaron una estela de destrucción en al menos seis estados del país, con un saldo preliminar de 29 personas fallecidas, cientos de desaparecidos y más de 6 mil viviendas inundadas. Los mayores daños se concentran en Hidalgo, Puebla, Veracruz y Querétaro, donde se reportan ríos desbordados, derrumbes, cortes eléctricos y comunidades incomunicadas.
En Hidalgo, las autoridades confirmaron la muerte de 16 personas por deslaves en la Sierra y la Huasteca, así como la desaparición de ocho habitantes en tres municipios. En Zacualtipán de Ángeles, una mujer y dos niños quedaron sepultados bajo su vivienda. Unas mil casas resultaron dañadas en 90 comunidades, con 90 poblados incomunicados y 17 municipios sin energía eléctrica. Además, se reportan afectaciones en 308 escuelas, 59 hospitales y seis ríos desbordados.
En Puebla, el gobernador Alejandro Armenta informó que nueve personas murieron y otras ocho permanecen desaparecidas tras un alud que sepultó varias casas en Huauchinango. Más de 80 mil personas resultaron damnificadas en unas 25 localidades. La situación se complica en zonas como La Máquina y La Ceiba, donde los derrumbes mantienen incomunicadas a comunidades enteras. A ello se sumó la explosión de un ducto de Pemex en Xicotepec, provocada por un deslave, cuyo derrame alcanzó el río San Marcos.
Durante la emergencia, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) alertó sobre la fuga de un tigre de Bengala del zoológico Animalia, en Xicotepec, debido a los daños ocasionados por las lluvias. La dependencia exhortó a la población a no acercarse al felino y reportar cualquier avistamiento al 911.
En Veracruz, las lluvias provocaron la muerte de tres personas, entre ellas un automovilista, un policía que intentaba rescatar a una familia en Papantla y una estudiante universitaria en Poza Rica. El río Cazones se desbordó, inundando los municipios de Coatzintla, Tihuatlán, Cazones de Herrera y Poza Rica, donde miles de viviendas y vehículos quedaron bajo el agua. En Álamo, más de 5 mil casas resultaron anegadas.
El gobierno de Querétaro reportó afectaciones en 147 viviendas de 121 comunidades y la muerte de un niño de seis años en Pinar de Amoles, tras un deslave.
En la Huasteca potosina, el desfogue de la presa Zimapán, que superó el 100% de su capacidad, y las lluvias en San Luis Potosí elevaron de forma histórica el nivel del río Moctezuma, provocando la evacuación de más de mil familias.
Elementos de la Secretaría de Marina rescataron a decenas de personas en zonas inundadas de Tamaulipas, mientras que en Guanajuato cuatro municipios de la Sierra Gorda sufrieron afectaciones por deslaves y cortes de energía.
Ante la magnitud de los daños, la Semar, la Sedena, la Guardia Nacional, la Coordinación Nacional de Protección Civil y la Comisión Federal de Electricidad desplegaron miles de elementos y brigadas para atender la emergencia. Tan solo la Marina movilizó más de 3 mil efectivos en el norte de Veracruz y sur de Tamaulipas, donde se estima que 1.4 millones de habitantes viven en zonas vulnerables.
Las autoridades mantienen activos los planes de auxilio a la población, mientras continúa la evaluación de daños y la búsqueda de personas desaparecidas.