CIUDAD DE MÉXICO. — El empresario y magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego, al frente del conglomerado Grupo Salinas, abrió recientemente la posibilidad de postularse como candidato para las elecciones presidenciales 2030.

Una eventual candidatura en puerta
Durante una entrevista en el programa Código Magenta, Salinas Pliego afirmó que no está activamente buscando una candidatura, pero “no descarta” la opción si la situación del país lo demanda.
Asimismo, su movimiento político recientemente lanzado, el Movimiento Anticrimen y Anticorrupción (MAAC), apunta a consolidar alianzas con partidos de oposición como el PAN, el PRI y el PVEM. En ese sentido, Salinas aclaró que él optaría por participar desde la “escudería” como dueño del proyecto, más que como piloto principal.
Contexto político y antecedentes
Salinas Pliego es uno de los empresarios más influyentes de México.
En los últimos meses —y coincidiendo con un momento complejo para la oposición política mexicana— ha acelerado la construcción de un discurso crítico al actual gobierno y ha planteado un “cambio de mentalidades” como eje de su proyecto.

Los retos que enfrenta
La eventual entrada de Salinas Pliego como candidato conlleva varios retos:
- Cuestiones legales y fiscales: Su grupo empresarial ha enfrentado investigaciones por adeudos y litigios fiscales.
- Construcción de base política: Aunque cuenta con recursos y visibilidad, debe aún concretar alianzas sólidas y recuperar la confianza de un electorado escéptico.
- Imagen pública: Como empresario ligado a medios y telecomunicaciones, su liderazgo político será evaluado tanto por su trayectoria empresarial como por su audacia política.

¿Qué sigue?
De concretarse su aspiración, habrá que estar atentos a dos líneas clave: (1) si su movimiento MAAC se registra como partido ante el Instituto Nacional Electoral (INE) antes de febrero de 2026 —fecha límite estimada para participar en 2027 y 2030. (2) Si finalmente decide encabezar la candidatura él mismo o postular a otro perfil bajo su liderazgo.
Para los medios y analistas, esta posibilidad reconfigura el espectro político opositor en México y podría alterar los escenarios rumbo a las elecciones de 2030.