En el marco del día Internacional de los Pueblos Indígenas que se celebra el 9 de agosto se debe reconocer que el valor de los pueblos originarios va más allá del folclore o de admirar artesanías. Ellos son custodios del conocimiento ancestral, de lenguas, saberes ecológicos y una visión de vida que nos hace más diversos, más inteligentes… en resumen, más humanos.
Patrimonio biocultural y ecológico
Los pueblos indígenas conservan saberes milenarios que fortalecen nuestra conexión con la naturaleza. Dominan conocimientos ecológicos tradicionales, transmitidos oralmente, que reflejan cómo adaptarse y vivir en equilibrio con los ritmos naturales. Ellos transformaron la tierra, seleccionaron variedades culturales y agrícolas, y crearon recursos que hoy son parte de nuestra identidad biocultural.

Lenguas que dan vida a la identidad
Lenguas originarias como herramientas de vínculo emocional, educativo y cultural son esenciales. La UNESCO y México impulsan acciones para preservar y revitalizar estas lenguas como baluartes de identidad y derechos culturales.
Justicia con planes auténticos
El Gobierno de México ha reconocido a los pueblos indígenas y afromexicanos como sujetos de derecho público, respetando su forma de gobernarse y diseñar iniciativas en defensa de sus territorios, cultura y bienestar. Esto se canaliza mediante los Planes de Justicia y Desarrollo Integral, creados junto con autoridades ancestrales.

Voces que construyen futuro
Pueblos como el kichwa en Estados Unidos, o comunidades indígenas en Bolivia, con comunicación digital, periodismo propio y música ancestral revitalizada, nos enseñan que su legado no solo se conserva… se reinventa para las nuevas generaciones.