WASHINGTON. – El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, nominó hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el Nobel de la Paz, durante una cena privada en la Casa Blanca. La propuesta reconoce su supuesto papel decisivo en la paz regional.
Netanyahu entregó personalmente una carta al presidente Trump, en la cual afirmó que éste ha demostrado una “dedicación firme y excepcional para promover la paz, la seguridad y la estabilidad en todo el mundo”. Destacó su “rol transformador” en las negociaciones de los Abraham Accords, que normalizaron las relaciones de Israel con Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Marruecos, y alabó su liderazgo diplomático en la región.
Trump reaccionó sorprendido y agradecido:
“Gracias… venir de ti, Bibi, significa mucho,” comentó visiblemente conmovido.
La nominación, formalizada a través de la misiva enviada al Comité Nobel en Oslo, resalta que Trump ha logrado estos avances “en un tiempo récord”, y elogia su audacia en la diplomacia “no definida por el conflicto, sino por cooperación, diálogo y prosperidad compartida”.

Este respaldo de Israel se une a una nominación anterior por parte de Pakistán —del mes pasado— que también postuló a Trump por su papel en calmar tensiones entre India y Pakistán.
¿Por qué resulta llamativa esta propuesta?
Este movimiento de Netanyahu ocurre en un contexto de tensión bélica en Gaza y negociaciones para un alto al fuego. La nominación refuerza la imagen de Trump como “peacemaker” internacional, fortalecida por su historial en el Medio Oriente y su rol actual en las discusiones por un alto al fuego entre Israel y Hamas.
No obstante, la candidatura llega en un momento polémico, cuando Estados Unidos ha lanzado ataques a instalaciones nucleares de Irán y el conflicto en Gaza acumula casi 60,000 muertes. Dicha situación genera cuestionamientos sobre la pertinencia de reconocer premiaciones en medio de una guerra prolongada.