En un histórico esfuerzo trinacional, los gobiernos de México, Guatemala y Belice anunciaron la creación del Corredor Biocultural de la Selva Maya, un proyecto sin precedentes que busca preservar 5.7 millones de hectáreas de selva tropical compartidas por los tres países.
La iniciativa, considerada la más grande del mundo en su tipo, tiene como objetivo garantizar la conservación de ecosistemas, biodiversidad y patrimonio cultural de la región, que alberga no solo una de las selvas más importantes de América, sino también vestigios arqueológicos y comunidades indígenas que han resguardado sus saberes ancestrales.

El Corredor Biocultural de la Selva Maya permitirá coordinar acciones conjuntas en materia de protección ambiental, turismo sustentable y desarrollo comunitario, fortaleciendo la vigilancia contra la tala ilegal, el tráfico de especies y otras amenazas que enfrenta este ecosistema.
De acuerdo con autoridades ambientales, el corredor integrará áreas naturales protegidas ya existentes en los tres países y fomentará la conectividad ecológica, beneficiando a especies emblemáticas como el jaguar, el tapir, el mono aullador y numerosas aves migratorias.

La Selva Maya, además de su importancia natural, es un pilar cultural y arqueológico, hogar de sitios mayas como Tikal, Calakmul y Caracol. Con este acuerdo, México, Guatemala y Belice refuerzan su compromiso con el desarrollo sostenible y la preservación del patrimonio común.