TULUM.- Luis May redescubre la fórmula ancestral presente en murales de Tulum, Cobá, Chichén Itzá y Bonampak, combinando arte, ciencia y tradición
Un hallazgo que une pasado y presente.
Recrear un color que permaneció en el misterio durante siglos no es tarea sencilla, pero el maestro Luis May, originario de Dzan, Yucatán, lo ha conseguido. Tras años de investigación, entrevistas con ancianos y un exhaustivo proceso de prueba y error, May logró recuperar el secreto del legendario azul maya, un pigmento único que ha resistido el paso del tiempo en murales prehispánicos de sitios como Tulum, Cobá, Chichén Itzá y Bonampak.
El renacimiento del azul maya se logró gracias a una fórmula que combina plantas, resinas y minerales locales. Este método, fruto de la observación y el respeto por el conocimiento ancestral, se ha desarrollado de manera completamente artesanal, preservando así la esencia cultural que dio origen a este pigmento milenario.
Trayectoria y reconocimiento internacional
Residente en Cobá, Quintana Roo, Luis May dedicó 13 años a dirigir la Casa de la Cultura local. Su labor no se limita a la recuperación de técnicas antiguas, sino que también ha sido clave en la promoción del arte y la identidad de la región. Este trabajo le ha valido el reconocimiento como uno de los Hombres Líderes de México y la oportunidad de colaborar con instituciones de prestigio, como el British Museum.
Más que un color: un puente cultural
Para Luis May, devolver el azul maya al presente no es solo un logro estético, sino un símbolo de conexión entre el arte, la ciencia y la tradición. Su esfuerzo se convierte en una inspiración para la comunidad y en un impulso para proyectos que fortalezcan la identidad y el desarrollo cultural en la zona maya.
