Tras impactar en Oaxaca como huracán categoría 3 la madrugada del 19 de junio, Érick dejó estragos que considerar en Guerrero y Oaxaca, aunque las autoridades destacan que no hubo víctimas mortales directas por el fenómeno.
En Oaxaca, los mayores efectos se concentraron en zonas costeras como Puerto Escondido y Salina Cruz, donde las olas alcanzaron hasta 10 metros y destruyeron embarcaciones, muelles y estructuras pesqueras. Las intensas lluvias provocaron deslaves que bloquearon carreteras importantes, como la que conecta Pinotepa Nacional con Salina Cruz, y dañaron viviendas, colegios y hospitales. Cerca de 200 personas fueron evacuadas por inundaciones, mientras se registró una lesión leve en el área urbana. El aeropuerto de Huatulco también suspendió operaciones durante varias horas.
En Guerrero, las afectaciones más significativas ocurrieron en Acapulco, Ometepec y Punta Maldonado. En Acapulco se cayeron árboles y postes eléctricos, lo que provocó apagones generalizados y pérdida de señal telefónica en muchas zonas. En Punta Maldonado unas 50 viviendas resultaron afectadas por marejada y viento, mientras que en Ometepec los techos de casas se desprendieron y caminos quedaron incomunicados por deslaves. Además, se reportó el fallecimiento de un niño de un año tras caer a un río desbordado cerca de San Marcos, y un hombre murió electrocutado en Oaxaca durante las labores de limpieza.
Las lluvias continúan intensas en ambas entidades, con pronósticos de más de 200 mm en zonas serranas, lo que mantiene el riesgo de inundaciones, deslaves y cortes carreteros. Más de 30 000 elementos de la Sedena, Marina y Protección Civil fueron desplegados bajo los planes DN‑III‑E y Marina, apoyando evacuaciones, habilitación de refugios y restablecimiento de servicios.
Hasta el momento, las autoridades reportan un “saldo blanco” en términos de vidas salvo los casos aislados mencionados, lo que demuestra que las medidas preventivas funcionaron bien, aunque no eximen de los impactos económicos, estructurales y sociales en las comunidades damnificadas. Las labores de restablecimiento continúan mientras el sistema se debilita en tierra.
