Stephanie Valerio
La industria musical y millones de fans alrededor del mundo viven una jornada de luto tras despedir al icónico Ozzy Osbourne, quien falleció recientemente a los 75 años.
El funeral del “Príncipe de las Tinieblas” se llevó a cabo en Birmingham, Inglaterra, su ciudad natal, en una ceremonia privada cargada de emociones, donde su familia, amigos cercanos y figuras del espectáculo rindieron homenaje a una de las leyendas más influyentes del rock.
Sharon Osbourne, su esposa y compañera de vida por décadas, salió del coche rodeada por sus hijos para ver los miles de tributos florales, mensajes y recuerdos que los fans habían colocado en el lugar. La multitud coreó su nombre y Sharon fue consolada por Kelly y Jack.
A la ceremonia acudieron miembros de Black Sabbath, músicos y celebridades que compartieron escenario y amistad con el artista.
En el exterior, cientos de fans se reunieron con veladoras, pancartas y flores, cantando algunos de sus éxitos como “Crazy Train” y “Dreamer”, en un emotivo gesto colectivo de despedida.
El ataúd fue cubierto con flores moradas que formaban el nombre de ‘Ozzy’, mientras el coche fúnebre avanzaba por la calle la gente le arrojaba flores al mismo tiempo que coreaban “Ozzy, Ozzy”.
El ambiente, aunque sombrío, celebraba su vida como el pionero que rompió esquemas y marcó generaciones enteras.
Ozzy Osbourne deja un legado imborrable en la historia del rock, con más de cinco décadas de carrera, discos legendarios y una personalidad única que desafió al tiempo, la industria y a sí mismo.
Su música seguirá viva… porque las leyendas nunca mueren.
