Un nuevo capítulo en las tensiones entre Washington y Caracas se abre con la reciente movilización militar de Estados Unidos en el Caribe. La operación militar incluye submarinos, destructores, marines y aviones, y avanza con fuerte carga estratégica y política.

Detalles del despliegue
- Washington desplegó tres destructores Aegis —USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson— equipados con misiles Tomahawk, antisubmarinos y antiaéreos, más 4 000 marines a bordo.
- También ordenó el envío del escuadrón anfibio compuesto por los buques USS Iwo Jima, USS San Antonio y USS Fort Lauderdale, con un total de 4 500 efectivos, incluidos 2 200 marines.
- Además, en los próximos días llegarán a la región el crucero USS Lake Erie (con misiles guiados) y el submarino nuclear USS Newport News, como parte de esta operación naval masiva.
- El despliegue forma parte de una estrategia antidrogas diseñada para enfrentar a “organizaciones narcoterroristas” en la región, según fuentes estadounidenses.

Respuesta de Venezuela
El presidente Nicolás Maduro respondió movilizando a 4 millones de milicianos de la Milicia Nacional Bolivariana, como medida de defensa de la soberanía y rechazo a lo que calificó como una agresión.
Contexto geoestratégico
Este despliegue, considerado uno de los mayores en el Caribe en décadas, no solo busca disuadir el narcotráfico, sino también proyectar poder contra aliados de Caracas como Rusia, China e Irán. Analistas lo ven como una operación de presión política y posible preludio de acciones más intensas.