SAN SALVADOR/CIUDAD DE GUATEMALA.– La reconocida organización salvadoreña Cristosal ha anunciado la suspensión de sus operaciones en El Salvador debido a una escalada de criminalización y hostigamiento estatal. La ONG ha trasladado a 20 de sus colaboradores a Guatemala y Honduras, quedando solo una persona en el país, Ruth López, su directora de anticorrupción, actualmente bajo arresto con cargos sellados que su equipo considera infundados
Cristosal, fundada por obispos anglicanos hace 25 años, fue pionera en investigaciones sobre corrupción y vigilancia de derechos humanos en El Salvador. Su director ejecutivo, Noah Bullock, afirmó que la organización tuvo que elegir entre “la cárcel o el exilio”, tras ser objeto de espionaje, difamación pública, acosos legales, detenciones arbitrarias de su equipo y la reciente aprobación de una Ley de Agentes Extranjeros que impone impuestos del 30 % sobre fondos extranjeros y facilita su criminalización.

Desde 2022, bajo un régimen de excepción, más de 85,000 personas han sido arrestadas sin debido proceso, y se han documentado al menos 261 muertes en custodia, según informes de Cristosal. Organizaciones latinoamericanas llaman a este contexto una ofensiva sistemática contra la sociedad civil y la independencia jurídica en El Salvador.
A pesar del éxodo forzado, Cristosal reafirmó que su misión continúa: seguirá trabajando desde sus oficinas en Guatemala y Honduras, manteniendo personería jurídica en El Salvador y brindando asistencia a víctimas a través de redes aliadas en el país.