Ataque a instalaciones nucleares de Irán solo retrasó el programa dos meses

ESTADOS UNIDOS.- Un informe de inteligencia filtrado revela que el ataque no logró frenar de forma significativa el avance nuclear iraní. El expresidente Donald Trump defiende la operación y desata polémica con sus declaraciones.

Un nuevo informe de inteligencia clasificado, filtrado esta semana a medios internacionales, sostiene que el reciente ataque militar contra instalaciones nucleares iraníes solo logró retrasar el desarrollo del programa nuclear de Teherán por aproximadamente dos meses, un resultado considerado limitado frente al costo diplomático y militar de la operación.

La ofensiva, llevada a cabo por fuerzas estadounidenses e israelíes a finales de abril, tenía como objetivo desmantelar capacidades clave en las instalaciones de Natanz y Fordow, pero según analistas de inteligencia, Irán logró restaurar rápidamente parte de su infraestructura y continuar con el enriquecimiento de uranio a niveles preocupantes.

“El daño fue significativo, pero no irreversible”, señala el informe elaborado por la Oficina de Evaluación Nacional de Inteligencia de EE. UU., citado por el diario The New York Times. El documento indica que los científicos iraníes contaban con material y planes de contingencia, lo que les permitió reiniciar la producción casi de inmediato.

Trump responde y genera controversia

El presidente estadounidense Donald Trump, quien ha adoptado una postura dura frente al régimen iraní desde su salida del acuerdo nuclear en 2018, salió al paso de las críticas y defendió la ofensiva militar, asegurando que “fue un mensaje necesario”.

Durante un acto de campaña en Arizona, Trump comparó el ataque con el bombardeo atómico sobre Hiroshima en 1945, afirmando:

“A veces, una demostración de fuerza es más poderosa que cualquier tratado. Como Hiroshima, este ataque fue un recordatorio de que no permitiremos una amenaza nuclear emergente”.

La declaración fue duramente criticada por analistas y opositores políticos, quienes calificaron la comparación como “irresponsable” y “fuera de contexto”, ya que el ataque contra Irán no involucró armas nucleares y sus efectos fueron considerablemente más limitados.

Reacciones internacionales y tensiones en aumento

La revelación del informe ha generado inquietud en diversas capitales del mundo. Diplomáticos europeos, que aún apuestan por una solución negociada al conflicto nuclear, expresaron su frustración ante lo que consideran un “golpe de efecto” que complicó aún más los esfuerzos multilaterales por reactivar el acuerdo de 2015 (JCPOA).

Desde Teherán, el gobierno iraní calificó el informe como una “admisión de fracaso” por parte de Estados Unidos y aseguró que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles. No obstante, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha detectado nuevas señales de enriquecimiento de uranio por encima del 60%, lo cual es considerado un umbral técnico crítico.

Implicaciones a futuro

Expertos en seguridad internacional advierten que el ataque, lejos de detener el avance nuclear iraní, podría acelerar una carrera armamentista en Medio Oriente. Arabia Saudita y Turquía han reactivado discretamente sus propios programas de investigación nuclear, mientras que Israel se mantiene en alerta máxima.

El informe también plantea cuestionamientos sobre la eficacia de las operaciones encubiertas o ataques militares limitados para frenar programas nucleares, y renueva el debate sobre el equilibrio entre diplomacia y fuerza militar en la estrategia de no proliferación.