Tetiz celebra el alma del Hanal Pixán con el mágico “Pixan Fest”

Tetiz celebra el alma del Hanal Pixán con el mágico “Pixan Fest”

MÉRIDA.- Entre aromas de cempasúchil, rezos en lengua maya y altares coloridos que llenan cada rincón, el sereno municipio de Tetiz se convierte del 18 de octubre al 2 de noviembre en un escenario vivo donde la tradición y la espiritualidad se entrelazan. Es tiempo del Pixan Fest, una celebración que honra el Hanal Pixán, “la comida de las ánimas”, y que rinde homenaje a una de las expresiones más profundas del alma yucateca.

Durante estas fechas, el Jardín Suun Kiin Lool se convierte en el corazón de las festividades. Allí, familias, artesanos, artistas y cocineras tradicionales se reúnen para mantener viva la memoria de sus ancestros a través de altares monumentales, música, danza, arte y gastronomía. El festival nació como un esfuerzo comunitario por preservar las costumbres mayas y convertirlas en una experiencia cultural que une generaciones.

Un pueblo que florece para los muertos

En Tetiz, el aire se impregna del olor a mucbilpollo, tamal gigante cocido bajo tierra que las familias preparan con devoción. Las calles se visten de velas, flores y rezos, mientras los habitantes levantan altares en patios y corredores, recordando a quienes ya partieron.
Durante las noches, la magia alcanza su punto más alto con el Paseo de las Ánimas, una caminata iluminada por velas donde hombres vestidos de blanco y mujeres con huipiles bordados recorren el pueblo guiados por los sonidos del tunkul y el son de jarana. Es un momento de comunión entre lo ancestral y lo contemporáneo, donde el tiempo parece detenerse.

Tradición que se renueva

El Pixan Fest se distingue por su enfoque en la participación comunitaria. Escuelas locales elaboran altares temáticos, los jóvenes reinterpretan las costumbres mediante teatro y danza, y los artesanos exhiben piezas talladas en madera, bordados y velas hechas a mano. Además, los visitantes pueden participar en talleres sobre la elaboración de ofrendas y flores nativas, o simplemente recorrer el mercado lleno de colores, frutas, pan de yema y dulces regionales.

Las tres almas del Hanal Pixán

El festival honra los tres días fundamentales del Hanal Pixán:

31 de octubre: dedicado a los niños fallecidos (U hanal palal).

1 de noviembre: día de los adultos (U hanal nucuch uinicoob).

2 de noviembre: despedida de las ánimas (U hanal pixanoob).

Cada jornada se acompaña con misas, rezos, procesiones y convivios familiares donde el altar se convierte en punto de encuentro entre vivos y difuntos. Aquí, no hay diferencia entre visitantes y locales: todos comparten la mesa del recuerdo.

Un destino con alma

A diferencia de los grandes eventos turísticos, el Pixan Fest de Tetiz conserva la intimidad y autenticidad del ritual maya. El turismo aquí se vive con respeto y cercanía, ideal para quienes buscan experiencias culturales profundas. Las cocineras tradicionales ofrecen sus recetas heredadas —como pibes, panuchos y dulces de papaya— que guardan el sabor de siglos de historia.

Preservar la memoria viva

Más que un festival, el Pixan Fest es un acto de resistencia cultural. En tiempos donde las celebraciones tienden a diluirse, Tetiz reafirma su identidad en cada altar, flor y rezo. Cuando las velas se apagan el 2 de noviembre, no queda tristeza, sino gratitud: las almas han comido, han bailado y regresan en paz.

Cómo llegar

Tetiz se ubica a unos 45 minutos de Mérida, sobre la carretera hacia Hunucmá. Se puede llegar en automóvil particular, combis o transporte local. Durante el festival se habilitan rutas especiales y zonas de estacionamiento cerca del Jardín Suun Kiin Lool.

Visitar Tetiz en estas fechas es vivir un encuentro con la raíz del alma maya: donde los muertos sonríen, los vivos recuerdan, y la memoria florece como una ofrenda eterna.

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