EL SALVADOR.- El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el jueves 2 de octubre de 2025 la prohibición del uso del denominado “lenguaje inclusivo” en todos los centros educativos públicos del país. La medida afecta tanto a las comunicaciones oficiales como a los materiales educativos y circulares emitidos por el Ministerio de Educación. Expresiones como “niñe”, “amigue”, “compañere”, “alumn@”, “jóvenxs” y “todos y todas” quedan excluidas del ámbito escolar. La ministra de Educación, Karla Trigueros, respaldó la decisión, argumentando que busca “garantizar el buen uso del idioma” y “proteger a la niñez y adolescencia de injerencias ideológicas que afecten su desarrollo integral”

Detalles de la prohibición
La prohibición se extiende a todos los niveles educativos en instituciones públicas, incluyendo primaria, secundaria y formación técnica. El memorándum emitido por el Ministerio de Educación especifica que el uso de términos como “amigue”, “compañere”, “niñe”, “alumn@”, “jóvenxs”, “nosotrxs” y otras variantes similares no será admitido “por ninguna circunstancia”. Esta medida busca consolidar una comunicación institucional clara, uniforme y respetuosa.

Antecedentes y medidas relacionadas
La prohibición del lenguaje inclusivo se enmarca en una serie de reformas implementadas por el gobierno de Bukele en el sistema educativo. En febrero de 2024, el entonces ministro de Educación, José Mauricio Pineda, anunció la eliminación del uso de la “ideología de género” en las escuelas públicas. Además, en agosto de 2025, se implementaron nuevas normas de disciplina que incluyen requisitos estrictos sobre la apariencia de los estudiantes, como cortes de cabello “adecuados” y uniformes limpios, con el objetivo de fortalecer la disciplina escolar.

Reacciones y controversia
La decisión ha generado diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional. Algunos sectores apoyan la medida, argumentando que busca preservar la pureza del idioma español y evitar confusiones en el proceso educativo. Por otro lado, organizaciones defensoras de los derechos humanos y activistas por la diversidad de género critican la prohibición, considerándola una limitación a la inclusión y al reconocimiento de identidades no binarias. Se señala que la medida podría afectar la libertad de expresión y el respeto a la diversidad en el ámbito educativo.