CIUDAD DE MÉXICO.- Sergio Pérez se ganó un asiento en Cadillac gracias a la entrevista que tuvo con el director Graeme Lowdon, lo que dejó a un novato sin uno de sus autos en la Fórmula 1.
Así, tras un año de ausencia, el piloto de Guadalajara estará de regreso en las pistas de F1 tras su despido de Red Bull con contrato hasta por dos años más.
Checo Pérez tuvo un mal último año al lado de Max Verstappen en 2024, donde cayó del segundo al octavo lugar en la clasificación de pilotos, lo que le abrió la puerta de Liam Lawson, que solo duró dos carreras y su lugar lo tomó Yuki Tsunoda, quien tampoco ha dado la talla.
El problema que la crítica señala es que el monoplaza de la escudería austriaca están hechas solo a las demandas de Verstappen y mientras eso no cambie, el coequipero del tetracampeón será castigado en sus resultados.
“Todo lo que escuchamos fuera de Red Bull es que van a alejar ese auto un poco más de Max y tratar de equilibrarlo un poco más”, dijo Lawrence Barreto, analista de F1.
“¿De verdad van a hacer eso? La línea base probablemente irá en esa dirección, pero una vez que Max lo conduzca y diga: ‘no me gusta, tiene que ir por este lado’, ahí es donde el equipo tendrá que tomar una decisión: ‘¿seguimos el camino de Max de nuevo o optamos por algo genérico?'”, explicó Juan Pablo Montoya.
Pero Montoya, quien fuera crítico de Pérez y luego cambió su discurso tras los problemas de Red Bull, lo cuestionó y destacó mensaje de Checo.
Recibí un mensaje de Checo como a las dos de la mañana. Me dijo: ‘Finalmente, cabrón’.
En ese mal año con Red Bull Racing, Sergio Pérez fue culpado por la derrota del equipo en el campeonato de constructores, incluso por Helmut Marko, y con ello responsabilizado por dejar sin prima a muchos empleados en la escudería.