BRASIL.-Este 11 de septiembre de 2025, una mayoría de un panel de cinco magistrados del Tribunal Supremo Federal de Brasil alcanzó un veredicto que lo declara culpable al expresidente Jair Bolsonaro por su participación en una trama para consumar un golpe de Estado tras su derrota en las elecciones de 2022.

Detalles del fallo
- La Corte lo encontró responsable de cinco cargos, entre ellos: intento de abolición violenta del orden democrático, pertenencia a organización criminal armada y acciones para subvertir la transferencia pacífica del poder.
- Tres jueces votaron a favor de la condena —Cármen Lúcia, Alexandre de Moraes y Flavio Dino— mientras que el juez Luiz Fux votó por absolverlo. Aún resta un voto, pero con tres ya se tiene la mayoría necesaria para la condena.
- Bolsonaro se encuentra arrestado domiciliariamente, y ha negado todas las acusaciones.
- El veredicto marca un hito: es la primera vez que un expresidente brasileño es condenado judicialmente por delitos contra la democracia relacionados con complots golpistas.

Repercusiones e importancia
- Política interna: la condena profundiza divisiones políticas en Brasil, entre quienes lo ven como un proceso de justicia y quienes lo denuncian como persecución política.
- Jurídico: este fallo refuerza la idea de que las instituciones judiciales brasileñas actúan con autonomía frente a quienes intenten subvertir normas democráticas.
- Sentencia pendiente: aunque la mayoría ya condenó, se espera que en breve el panel determine la pena correspondiente, que podría ser de varias décadas.

Contexto previo
- Las acusaciones contra Bolsonaro surgieron por su negativa a aceptar los resultados de las elecciones de 2022, seguido de protestas violentas por sus simpatizantes aquel 8 de enero de 2023, cuando se atacaron sedes de los tres poderes en Brasilia.
- También se usaron testimonios, pruebas documentales, grabaciones, y acuerdos de colaboradores para fundamentar el caso.
El fallo mayoritario contra Jair Bolsonaro por intento de golpe representa un punto de inflexión histórico para Brasil. Más allá del veredicto en sí, se consolida un precedente legal que puede tener consecuencias duraderas en el respeto al orden democrático y al estado de derecho. La expectativa ahora gira en torno a la sentencia definitiva, los posibles recursos legales, y cómo reaccionará la sociedad brasileña.