YUCATÁN.- Cada 9 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Agricultura, en honor a la creación de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Esta institución, especializada dentro de la ONU, tiene la misión de coordinar acciones globales orientadas a eliminar el hambre, fortalecer la nutrición y fomentar el progreso del sector agrícola.
Nos recuerda la importancia de la actividad agrícola para fomentar la seguridad alimentaria, de manera sostenible en beneficio de todas las personas.
Importancia de la agricultura en México
La agricultura ha sido un pilar fundamental en la evolución del ser humano y en el desarrollo de las civilizaciones a lo largo de la historia. Más que una práctica de cultivo, representa un sustento de vida, pues asegura el suministro de alimentos, reduce la pobreza, genera empleos y sostiene la economía de las naciones.
En México la fusión de las tradiciones prehispánicas con las españolas, consolidó la actividad agrícola gracias al privilegio de la ubicación geográfica del país y de su diversidad climatológica y orográfica. Estas condiciones han permitido el desarrollo de una gran variedad de cultivos con distintos requerimientos, lo que coloca al centro y sur de México como uno de los principales centros de domesticación de plantas en el mundo. Entre los cultivos originados en esta región destacan el maíz, frijol, calabaza, chile, tomate, nopales y agave, todos ellos de gran importancia alimentaria y cultural.
En la actualidad, el campo sigue siendo un motor económico. Según datos del SIAP (2° trimestre 2025), el PIB Agroalimentario alcanzó 3.27 billones de pesos corrientes, lo que representa el 9.1% del PIB nacional.
Dentro de este sector, las actividades primarias –como la agricultura y la ganadería– aportaron 1.39 billones de pesos, es decir, el 4.2% del PIB del país.
Para el campo yucateco, la agricultura es mucho más que una actividad económica: es parte de la identidad cultural y la base de la alimentación en la región. En el estado se cultivan productos clave como el maíz, cítricos (naranja limón y toronja), pepino y pastos, que sostienen tanto la dieta local como la ganadería.
Un aspecto único del campo yucateco es la milpa, un sistema ancestral heredado de la cultura maya en el que se combinan diversos cultivos —principalmente maíz, frijol y calabaza —. La milpa representa un modelo sustentable que favorece la diversidad de alimentos, cuida los suelos y mantiene prácticas comunitarias ligadas a la tradición.
La agricultura en Yucatán no solo garantiza alimentos y empleo, preserva también el patrimonio cultural y fortalece la resiliencia de las comunidades frente a los retos del cambio climático.
Programas y acciones del Gobierno en apoyo a la agricultura en Yucatán.
En Yucatán, la agricultura y la producción rural cuentan con el respaldo de distintos programas federales y estatales que buscan fortalecer la productividad, modernizar el campo y apoyar directamente a quienes lo trabajan.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRICULTURA), a través de su representación en Yucatán, coordina acciones con el gobierno estatal y los municipios para cumplir con los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo en el sector agroalimentario.
Entre los programas federales que benefician a las y los productores yucatecos destacan:
Fertilizantes para el Bienestar: Entrega gratuita de fertilizante a pequeños productores de cultivos prioritarios, con el objetivo de elevar la productividad.
Producción para el Bienestar: Apoya con recursos directos a productores de granos básicos, como maíz y frijol, fundamentales en la alimentación local.
Apoyos a la Tecnificación de Riego: Incentivos para modernizar sistemas de riego, mejorar el uso del agua y enfrentar los retos de la sequía en la península.
Además, el gobierno estatal impulsa programas propios a través de la Secretaría de Desarrollo Rural de Yucatán, como:
Programa de asistencia técnica y capacitación
En Yucatán, los programas federales y estatales trabajan de forma complementaria, apoyando a las y los agricultores locales para fortalecer la seguridad alimentaria y asegurar un campo más productivo y sostenible.
Más allá de cifras o programas, la agricultura representa la unión entre pasado, presente y futuro. Es el vínculo que conecta nuestras raíces culturales con las necesidades actuales y los desafíos por venir.