By PEKÍN.- En un contexto de creciente tensión internacional, los presidentes de Rusia y China, Vladimir Putin y Xi Jinping, han consolidado su alianza estratégica en la reciente cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) celebrada en Pekín. Ambos líderes han expresado su compromiso de desafiar el orden mundial liderado por Estados Unidos, promoviendo un mundo multipolar y oponiéndose a lo que consideran “comportamientos intimidatorios” por parte de Occidente.
Acuerdos clave y posicionamientos
- Gasoducto “Fuerza de Siberia 2”: Rusia, China y Mongolia firmaron un acuerdo vinculante para la construcción de este gasoducto, que permitirá a Rusia suministrar anualmente 50.000 millones de metros cúbicos de gas a China, reforzando así su cooperación energética.
- Críticas a Occidente: Putin defendió la invasión de Ucrania, acusando a Occidente de provocar la crisis mediante el golpe de Estado en Ucrania y los intentos de integrar al país en la OTAN. Por su parte, Xi Jinping criticó el “comportamiento intimidatorio” de algunos países, en clara alusión a Estados Unidos.
- Visita de Kim Jong-un: El líder norcoreano Kim Jong-un participó en la cumbre y en una gran parada militar en Pekín, marcando la primera reunión trilateral entre los tres mandatarios. Este encuentro ha sido interpretado como un desafío directo a la influencia de Estados Unidos y sus aliados.
Implicaciones geopolíticas
La estrecha colaboración entre Rusia, China e India, especialmente tras las recientes tensiones con Estados Unidos, señala un cambio significativo en el equilibrio de poder global. La OCS se presenta como una alternativa a la OTAN, promoviendo una visión multipolar del mundo. Sin embargo, la ausencia de la Unión Europea en la cumbre ha generado críticas, destacando la creciente división en la comunidad internacional.
