OAXACA.– El gobierno de Oaxaca, encabezado por el gobernador Salomón Jara Cruz, anunció que interpondrá una demanda formal ante el IMPI contra Adidas Originals y el diseñador Willy Chavarría por el uso no autorizado del nombre “Oaxaca” y el presunto plagio del diseño tradicional de huaraches de Villa Hidalgo Yalalág, comunidad zapoteca de la Sierra Norte. Esto tras el lanzamiento internacional del modelo “Oaxaca Slip‑On”, que reinterpretó la estética ancestral sin consultar ni retribuir a los artesanos oaxaqueños.

¿Qué pasó y por qué es grave?
Adidas lanzó los “Oaxaca Slip‑On” durante un evento en el Museo de Arte de Puerto Rico. Los huaraches combinan tejido cruzado y cuero similar al calzado artesanal de Yalalág, pero montados sobre una suela deportiva tipo sneaker y fabricados en China, con precio de unos $300 USD, aproximadamente 5 mil pesos. Ni el nombre ni el diseño fueron autorizados por la comunidad local.
El gobernador Jara afirmó:
“Son unos huaraches muy bonitos, pero pertenecen a la comunidad de Yalalág… el uso indebido del nombre Oaxaca no está autorizado. Es un acto que debemos corregir”.
Acciones legales en puerta
El estado prepara una demanda por “robo de identidad cultural” y apropiación indebida ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). Además, buscará respaldo legal tanto federal como internacional para proteger los derechos de los artesanos y evitar que marcas globales se beneficien del patrimonio oaxaqueño sin permiso ni compensación.
En Oaxaca ya existen reformas que tipifican como delito el plagio de elementos culturales con hasta 15 años de prisión para infractores. Este caso se suma a otros escándalos similares por apropiaciones indebidas realizadas por empresas como Levi’s, Isabella Marant o Zara.
Por qué importa
Este episodio reaviva el debate sobre el respeto a la cultura indígena y la necesidad de regulaciones efectivas que garanticen:
- Consulta libre, previa e informada a comunidades originarias.
- Reconocimiento y pago justo por el uso de sus diseños.
- Sanciones reales a marcas globales que exploten el patrimonio cultural sin autorización.
Oaxaca reafirma que su identidad no es una tendencia pasajera: es símbolo, historia y sustento de pueblos que merecen protección. Y esta demanda es un paso firme para decir “¡No se toca!” a quienes pretenden lucrar sin respeto.