CIUDAD DE MÉXICO.- Según un estudio sobre dietas saludables realizado en el Estado, el 95% de los encuestados afirma su deseo por mejorar sus hábitos alimentarios, pero solo un 28% los mantiene. Entonces, ¿cuáles son los motivos para todos aquellos que no lo logran?
El resumen del estudio es sencillo: “Queremos cuidarnos, pero no siempre es fácil”. Siempre encontramos alguna excusa, algún obstáculo que nos saca de la cabeza idea de empezar a cuidar nuestra dieta. La encuesta ha detectado varios motivos principales por los que la gente no acaba de llevar una buena dieta.
Según el estudio, 7 de cada 10 personas aseguran saber identificar qué alimentos son saludables y admiten que sus decisiones de compra dependen en gran medida del etiquetado. Mirar las etiquetas de los alimentos es un hábito que se debe implementar al ir al supermercado ya que permite elegir aquellos alimentos que tengan nutrientes que se quieran consumir y eliminar los que tengan nutrientes menos recomendables (grasas saturadas, sodio y azúcares añadidos).
Además, el 51,8% cree que los alimentos de proximidad tienen mejor calidad. Los productos locales conservan mejor las propiedades nutricionales originales y son más frescos ya que no han estado en cámaras conservados durante días. Además, se refuerza el valor de lo local y de temporada como aliado del bienestar nutricional.
Estos datos reflejan que la ciudadanía tiene conocimiento de los alimentos que pueden ser beneficiosos para su salud. Sin embargo, hay dos cosas que la mayoría cree que faltan para llevar una dieta saludable: tiempo y dinero. Un 30,6% de los encuestados no lo hacen por falta de tiempo ya que existe la creencia de que se tarda más en la preparación de platos saludables. Para muchos es más fácil acudir a un restaurante de comida rápida que a un restaurante con opciones más saludables. Y hay otros que, a pesar de que les gusta cocinar, no tienen tiempo para hacerlo.
Respecto al coste, el porcentaje de personas que no lo hace por este motivo sube a un 73,1%. Antes, 6 de cada 10 personas creían que no podían preparar un plato saludable por menos de 2,5 euros. Ahora, el dato ha subido a 8 de cada 10 encuestados.
Además, el 64% de los participantes en el estudio creen que los productos saludables resultan más caros que los ultraprocesados o preparados. A pesar de esto, hay datos que revelan que la gente tiene interés en cuidarse: un 12% asegura comprar alimentos frescos cuando encuentra ofertas.