CDMX.- En el marco del Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) hizo un llamado urgente a los tribunales del país para que asuman un papel proactivo en la erradicación de la tortura y en la dignificación de las víctimas.
La ONU-DH enfatizó que los jueces deben excluir de manera integral cualquier prueba obtenida mediante tortura y garantizar la revisión inmediata, independiente e imparcial de detenciones, investigaciones y procesos penales.
Añadieron que es esencial que el Poder Judicial cuente con autonomía y capacidad técnica para tomar decisiones libres de presión, asegurando así que la tortura no se use como mecanismo de fabricación de culpables.
Además, se destacó la importancia de que los jueces de control actúen como verdaderos garantes de los derechos humanos desde las etapas iniciales del proceso, incluyendo las situaciones de procedimiento abreviado, protegiendo a las personas de coacción y garantizando una defensa adecuada.

La ONU‑DH recordó que la tortura es una práctica absolutamente prohibida y aberrante, que daña profundamente la dignidad humana y socava la confianza en las instituciones.
Aunque reconocieron avances en jurisprudencia y herramientas administrativas, la ONU-DH insistió en que estos logros deben consolidarse, expandirse y profundizarse, especialmente ante las reformas en materia de seguridad y la renovación del Poder Judicial. Hicieron hincapié en la necesidad de profesionalizar las investigaciones, reforzar los mecanismos forenses y asegurar el acceso de las víctimas a la justicia y a la reparación.
Finalmente, la ONU‑DH refrendó su respaldo a las personas sobrevivientes de tortura y reafirmó su compromiso de brindar asistencia técnica y cooperación continua al Estado mexicano para asegurar verdad, justicia y reparación.