CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno estadounidense revela detalles de una operación de espionaje que involucró a varios agentes de la DEA, lo que aumenta la tensión en la lucha contra el narcotráfico.
La Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos ha confirmado que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) llevó a cabo una operación de espionaje contra sus propios agentes, en un intento por obtener información confidencial sobre sus operaciones antidrogas. Según fuentes de la DEA, el grupo criminal mexicano habría infiltrado sistemas de comunicación y recopilado datos sobre los movimientos y actividades de los agentes de la agencia en territorio estadounidense.
El informe, que fue presentado esta mañana en una conferencia de prensa, señala que al menos 30 agentes de la DEA fueron víctimas de esta operación de espionaje, que habría comenzado a finales de 2023. Las autoridades identificaron varias filtraciones de información sensible y hackeos a bases de datos de la agencia, lo que permitió al CJNG anticipar y sabotear diversas investigaciones y operativos.
“La magnitud de esta infiltración es preocupante. El CJNG ha demostrado no solo su capacidad para operar en territorio estadounidense, sino también su habilidad para atacar directamente a nuestros agentes y obstruir nuestras misiones”, declaró Anne Milgram, administradora de la DEA.
El espionaje y sus implicaciones
Según el informe de la DEA, la operación de espionaje fue particularmente sofisticada. Se descubrió que el Cártel Jalisco utilizó técnicas avanzadas de ciberinteligencia, incluyendo el uso de malware y programas espía para acceder a los correos electrónicos, comunicaciones internas y hasta las ubicaciones geográficas de los agentes involucrados en la lucha contra el narcotráfico.
Además, el CJNG habría reclutado a informantes dentro de la industria del transporte y la logística, sectores clave en el contrabando de drogas hacia Estados Unidos, para obtener datos adicionales sobre las operaciones de la DEA.
La infiltración también habría permitido al cártel intimidar y amenazar a testigos y colaboradores de la DEA en diversas investigaciones de alto perfil, lo que generó temor y dificultó la recopilación de pruebas.
Reacciones y amenazas de represalias
El caso ha generado una gran preocupación en las agencias de inteligencia y seguridad de EE. UU., que ahora temen que el CJNG haya obtenido información crucial sobre operaciones antidrogas no solo de la DEA, sino también de otros cuerpos de seguridad como el FBI y la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF).
La DEA ha reforzado las medidas de seguridad en sus oficinas y equipos operativos, mientras que las autoridades mexicanas han sido presionadas para tomar acciones inmediatas contra el Cártel Jalisco. Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de México, comentó en una entrevista que se coordinará con Estados Unidos para combatir esta amenaza creciente.
Por su parte, el CJNG no ha emitido ninguna declaración oficial, pero expertos en seguridad apuntan a que la escalada en la violencia en México podría estar vinculada a esta nueva forma de lucha en la que el cártel intenta minar las capacidades de las agencias de inteligencia estadounidenses.
El impacto en la lucha contra el narcotráfico
La revelación de esta operación de espionaje aumenta las tensiones en la cooperación bilateral entre México y Estados Unidos en materia de seguridad. El presidente de EE. UU., Joe Biden, manifestó su preocupación por las acciones del CJNG y se comprometió a intensificar la lucha contra el narcotráfico, especialmente con el uso de tecnologías de inteligencia artificial y ciberseguridad.
“El CJNG es uno de los grupos más peligrosos, no solo por su capacidad de distribución de drogas, sino también por su habilidad para infiltrarse en sistemas de seguridad y atacar directamente a nuestras agencias”, señaló Biden en un comunicado emitido desde la Casa Blanca.
La DEA también ha solicitado a México que refuerce la vigilancia en áreas clave de su territorio, como Jalisco y Michoacán, donde el cártel tiene una fuerte presencia.
