CIUDAD DE MÉXICO.- Este jueves, el Gobierno de México concretó un acuerdo con representantes de la industria de la masa y la tortilla para contener cualquier incremento en el precio de este alimento básico, que forma parte esencial de la dieta de millones de familias en el país.
El anuncio fue hecho por la presidenta Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina, y más tarde se formalizó en un acto con la participación de harineras, productores de maíz y organizaciones de tortillerías. De acuerdo con las autoridades, el objetivo principal es mantener la estabilidad en el costo del kilo de tortilla y evitar impactos directos en el bolsillo de los consumidores.
Como parte del acuerdo, se acordó reducir el número de intermediarios en la cadena de producción y distribución, lo que permitirá eliminar sobrecostos y hacer más eficiente el proceso. Además, se fortalecerá la venta directa en tortillerías y tiendas comunitarias, especialmente en regiones con altos índices de marginación.
Asimismo, el gobierno implementará un sistema de monitoreo constante para supervisar que los precios se mantengan dentro de lo establecido, al tiempo que se vigilará que no haya prácticas especulativas. Esta estrategia se suma a las acciones del plan contra la inflación que busca garantizar el acceso equitativo a los productos de la canasta básica.
Con estas medidas, se espera no solo evitar aumentos, sino también reforzar la soberanía alimentaria y el apoyo a pequeños productores en todo el país.